sábado, 16 de julio de 2011

Al otro lado del Río

Paseando por Montevideo encontré una de estas tiendas para llamar, así que decidí darle una sorpresa a mi querida madre. La típica conversa de como estas? ya comes hijo? cuidate mucho,... pero que al salir me quedé como un buen rato pensando. Resulta que ellos llegan a Buenos Aires el 12 de agosto, y me preguntó; ¿Y que vas a hacer tanto tiempo hasta entonces?, que gran pregunta!!! tardé unas horas en responder. Quedarme por Uruguay no era sano para mi economia, y largarme a Buenos Aires a no hacer nada tampoco. Pero irme hacia Paraguay o Bolivia para tres semanas me parecía una fumada y tampoco muy económico, así que decidí que me iba a Buenos Aires a trabajar de voluntario.




Era una idea que tenía antes de salir, por lo que ya había movido hilos, pero había ido abandonando durante el transcurso del viaje. Pero tras esos 10 minutos de conversa y tres horas de estar sentado en una plaza con papel y lapiz, decidí que, por varios motivos, me gustaba esa idea. Aún no tengo nada confirmado, espero poderlo hacer y contaros un poco los próximos días.



Para ir de Montevideo hacia Buenos Aires hay varias opciones. Se puede tomar un barco que en 6 horas te cruza el Río de la Plata, ir en autobús, o ser un fumao como Barrulas, que es hacer un poco de todo, incluso el ridículo, y tardar un día y medio viajando de varias maneras. No sé cual es la mejor, pero a favor de la barrulinha es que es la más económica. Obviamente se puede hacer todo a dedo y el coste baja, pero yo hice una mezcla que estuvo genial.



Salí tempranito del hostel y me tomé un colectivo hasta la carretera que salía de la ciudad. Allí, una sorpresa; se me habían adelantado, había un paco con un cartelito. Para no molestarle, ya que a dos es mas dificil que te cojan, me fui 300 metros para adelante. Fueron creo que unas dos horas y tres cigarros, hasta que un paco de unos 50 años paró su Fiat y me cogió. De camino recogimos a un xaval que estudiaba maquinaria agricola y volvía para pasar el fin de semana con su familia. Que gente tan maja y con vidas tan diferentes. 150 kilómetros fue lo que recorrimos, hasta Colonia del Sacramento. Linda ciudad, pero de harto turismo lo que la encarece demasiado, así que me fui directo para la carretera a levantar el dedo de nuevo. Pero esta vez no hubo suerte, y tras tres horas pasando algo de frío, empezó a anochecer. ¿Que hago? dormir en Colonia es dar la pena porque me sale carísimo. Así que me tomé un autobús al pueblo de al lado, Caramelo, del que no tenía ni idea de nada.



Llegué de noche, tarde, y lo único que vi fue un hotel de 3 estrellas al que ni entré. "Muy bien Barrulas, ya has hecho la gracia, y ahora que?" pues tras deambular para arriba y para abajo tiré la tienda de campaña en un parque, me preparé un buen bocadillo de mortadela (que tras tanto tiempo en Brasil donde el embutido queda reducido a jamon dulce me supo a gloria), y a dormir. Al principio estaba algo nervioso, y mas con lo que había pasado en Montevideo y me decía a mi mismo que era un payaso, pero tiré de una de mis principales habilidades, la facilidad para dormir. Y así amanecí.













Entre vacas, jajajajajaja, me reí mucho rato solo. Me preparé mi cafetillo y mi cigarrilo y pa arriba.



De nuevo las atrapadas. ¿Y ahora que hago? hacía mal día, empezaba a llover, pero estaba con fuerzas. Había la opción de tomar un autobús hasta la frontera, cruzar a pie y tomar tren hasta Buenos Aires. Yo quería hacer esa, sobretodo por cumplir uno de mis sueños que es viajar en un tren sudamericano, pero me dijeron que en la frontera no había tren.



Sumando, restando y dividiendo (miento, pregunté a un paco y me lo creí, porque también quería creer en ello), me salía al mismo precio cruzar desde Carmelo en bote que tomar varios autobuses, así que me quedé con la opción fluvial. Pasé la mañana entera paseando por el pueblecito con mi nuevo y efímero gran amigo.

Aquí está mi amigo Fritus!!


Se enganchó a mi cuando estaba en un parque sentado y después me acompañó durante todo el trayecto. Fue la primera vez que "tenía" perro, y es la mejor forma de poder ir hablando en voz alta por la calle y no parecer un loco, a pesar de decir estupideces sin sentido.


Y por último, cruzar el Río de la Plata en Catamarán, lo que aproveché para homenajear a la familia que viajó a Croacia. Me daba la sensación que mientras yo fumaba el cigarrillo en cubierta, los demás estabais dentro, jugando a cartas o durmiendo, y que íbamos hacia la isla de Mjet o de Hvar...





Y para terminar un clásico. Una parte de la ciudad de Montevideo es una península pegada por la parte este, así que por cojones había que poder encontrar una linda puesta de sol, y así fue...




6 comentarios:

  1. Esta divertit llegir les vostres aventurilles, ultimament la feina va a picos i alguns dies tens bastantes estones mortes.
    Molt xules les fotos!!

    ResponderEliminar
  2. Bon post Barru! Molt gran lo d'acampar entre vaques! jojo

    ResponderEliminar
  3. Jajaja! Me ha encantado que tires de lo que mejor sabes...dormir! Sigue con esa fuerza y ánimo con el voluntariado

    ResponderEliminar
  4. Ostia, sobant tot sol tot perdut!!! Mai ho hauria dit, et tenia com una mica "cagat". Anims i continua escribint que disfruto molt a la feina

    ResponderEliminar
  5. Barru!!! Em digno a escriure un pacocomentario per a que vegis que segueixo els teus posts i espero sempre a que arribi el següent tot i que ja saps que això d'escriure no és lo meu.
    Veig que ja has tornat a agafar la confiança que vas perdre després del pal... Això és bo.
    Bueno Paco, una abraçada molt gran. Ànims i endavant!!

    ResponderEliminar
  6. Grande Popas!!! et podries fer un post de les festes de masden no? currat 4 futikis i 4 frases aqui para el blog de la peñuli no? vinga nau!!!

    ResponderEliminar